Mensaje de Mons. Gustavo Montini

«ELEGÍ FRATERNIDAD, ELEGÍ COMPARTIR, ELEGÍ PROMOVER»

Colecta Nacional +x- / 09 y 10 de septiembre 2023

No es necesario abundar sobre un tema recurrente: La Argentina está pasando por un momento particular y hay cosas que no están bien. Ciertamente lo podemos decir del mundo, pero particularmente entre nosotros, contamos con muchos “índices” que ponen en evidencia que hay cosas para pensar, para recapacitar, para potenciar, y también, para cambiar. Habida cuenta de todo lo dicho, me parece oportuno hacer referencia que, nunca debemos olvidar que detrás de los números y de los porcentajes, hay rostros concretos de personas, de familias y de comunidades que sufren las difíciles consecuencias del momento presente.

Sobre este escenario, estamos viviendo como país un momento de particular relevancia. Quizás es el momento más trascendente en la vida democrática de un país y de mayor responsabilidad en los ciudadanos que lo habitan. En los próximos meses realizaremos las elecciones de quienes serán nuestras autoridades nacionales, provinciales y locales. Debemos ser muy conscientes de los que vamos a realizar. No debemos dejarnos ganar ni por la pereza, ni por el miedo, y menos aún, dejarnos condicionar nuestra libertad que siempre debe ser emancipada. Aquellos que se proponen como dirigentes, tienen la responsabilidad de estar a la altura de las circunstancias. Hemos llegado a una situación en la que ya no tenemos demasiada capacidad de maniobra. Se requiere un talante particular. Se necesita mucha nobleza.

La democracia Argentina a lo largo de estos 40 años, si bien se va consolidando, ha dejado a lo largo de su ejercicio, muchas deudas que permanecen pendientes: la creciente pobreza y, las innumerables consecuencias que ella conlleva; la violencia ejercida en diversos espacios y con sus diversos tipos de manifestaciones; la corrupción presente en diversos ámbitos y con escalas diferenciadas; la progresiva merma de oportunidades con la consecuente pérdida de la cultura del trabajo y del esfuerzo; el alarmante crecimiento del narcotráfico entre nosotros con el inmenso daño que ello conlleva; la “emergencia educativa” con los desafíos y compromisos a reflexionar en este sentido; la dirigencia de cualquier tipo –también la política- no siempre vivida como un ejercicio de la “caridad” al servicio de la gente -sobre todo de los más vulnerados-; algunas dificultades para vivir con coherencia y austeridad por parte de aquellos que tenemos algún tipo de responsabilidad para con otros, etc., etc.

Como ocurrió en el tiempo de pandemia, en medio del gran impacto por lo que estaba sucediendo, se hizo visible el indispensable trabajo de aquellas personas y servicios, que habitualmente pasaban desapercibidos. Tomaron una nueva dimensión los así llamados “esenciales”, invisibilizados por lo que supuestamente aparece importante y que ciertamente no lo es o, por una cierta farandularización de la sociedad. En esta coordenada muy bien podemos situar, el invalorable y constante aporte que año a año, hace a los más pobres de Argentina, la colecta anual de más por menos. Este año, realizaremos la número 54. Por todo lo mencionado en los párrafos precedentes, en esta oportunidad se ha elegido un lema que quiere ubicarnos frente al desafiante tiempo en el que vivimos. Su referencia a elegir, nos hace pensar en nuestra libertad, al uso que hacemos de ella y, a las próximas elecciones. Su referencia a la fraternidad, al compartir y al promover, nos hace pensar en valores en los que se han fundado nuestra república y que siempre debemos trabajar y cultivar entre nosotros, con el fin de no darlos por descontados y menos aún, olvidarlos.

Soy testigo de los que significa “más por menos” para las comunidades más pobres del país. En particular, de las Iglesias más necesitadas de Argentina. Lo digo con fuerza y con gratitud. Soy uno de los beneficiarios de este acto caritativo y solidario, fruto del aporte generoso de todos los argentinos. Si bien la colecta en gran medida tiene una respuesta importante por el aporte realizado en las comunidades cristianas, hay muchas personas de buena voluntad que colaboran con “más por menos” por el mismo deseo de ayudar a quienes más lo necesitan y, por la importante autoridad que la colecta se ha ganado a lo largo de su ya, extensa historia.

En nuestro caso, lo digo por la diócesis de Santo Tomé, no podríamos subsistir sin esta colaboración. Podría contarles múltiples iniciativas sostenidas con la ayuda de “más por menos”. Como dice el dicho popular, “para muestra basta un botón”: una de ellas, de particular trascendencia y de un impacto muy difícil de cuantificar, es la de poder ayudar económicamente al sostenimiento de una comunidad religiosa -las hermanas de Don Orione- en la parroquia de La Cruz, al sur de la Diócesis. Ellas realizan en esa jurisdicción, una tarea de tipo misionero y caritativo. Los beneficiarios son los más pobres y, a los que menos podríamos acompañar desde nuestra pastoral ordinaria. Además de la visita a múltiples parajes y localidades de esa parroquia, ellas tienen la dirección de un “Centro de día” llamado “San Tarsicio y beato Carlo Acutis”, en el que asisten todos los días, casi 40 niños/as en edad escolar y con un alto grado de vulnerabilidad. Todo esto, no lo podríamos realizar con recursos propios.

Como miembro de la “Comisión episcopal de ayuda a las Iglesias más necesitadas”, agradezco el trabajo y la colaboración de tantos que discretamente hacen posible que la Colecta se pueda concretar. El hacernos cargo de ella, y difundirla en el ámbito en el que nos encontremos, es ya “elegir fraternidad, elegir compartir y elegir promover”.

Gracias por la colaboración en esta colecta 2023.
+ Gustavo Montini
Obispo de Santo Tomé – Corrientes
Miembro de la Comisión Episcopal de Ayuda a las Regiones Más Necesitadas